Al intervenir en la sesión parlamentaria, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, comenzó destacando la importancia de la fiscalización realizada por el Legislativo.
Rodríguez Dávila reconoció las dificultades del sector. “Al cierre del 2024, como tendencia en años anteriores y en lo que va del 2025, los resultados no se corresponden con las necesidades ni alcanzan los niveles proyectados en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, lo que genera insatisfacción en nuestro pueblo”, dijo.
Sobre el informe presentado, consideró que refleja de manera precisa y abarcadora las complejidades que enfrenta el transporte en Cuba, “nuestros avances, aciertos y desaciertos como rectores de la actividad”.
Tras señalar que los últimos años han estado marcados por la escasez de recursos, la disminución de servicios y los efectos adversos en las infraestructuras, dijo que “también hemos enfrentado serios problemas organizativos y de calidad en los servicios, los cuales deben ser transformados”.
El ministro enfatizó el compromiso del sector. “Ante estos desafíos, hemos trabajado en la búsqueda
constante de alternativas, el desarrollo de propuestas innovadoras y la creación de condiciones para recuperarnos, a pesar de las difíciles circunstancias económicas que atraviesa el país”.
Añadió que “el proceso, claro está, será gradual, atendiendo prioridades, multiplicando las mejores experiencias y aprovechando al máximo lo que vamos generando”.
Subrayó la dualidad del sistema de transporte. “Para nosotros, el sector es como una gran familia, pero también como una gran empresa. Una empresa que debe generar sus ingresos, controlar sus gastos y emplear parte de las utilidades para desarrollarse y contribuir con el país”.
Una empresa −agregó− “cuyos trabajadores pueden estar estimulados, capacitados y comprometidos con la misión y la visión, capaces de construir el futuro con sus propios esfuerzos”, en un esfuerzo que se orienta hacia “un objetivo común: la satisfacción de las necesidades del pueblo”.
El ministro aseguró que incorporarán las recomendaciones recibidas. “Tengan la certeza de que esta empresa, como llamé antes al sector, incorporará los objetivos de trabajo, la solución a los señalamientos y las recomendaciones derivadas de este proceso”, incluyendo específicamente “las vinculadas a la recuperación de la flota y la atención en la subasta de la aviación que recién acaba de mencionarse”.
Sobre la sostenibilidad económica, dijo que “siempre hemos tenido claro que debemos continuar avanzando en la autosostenibilidad económica del sector”, estableciendo una relación directa entre “un transporte público de calidad que requiere de una economía de calidad, y viceversa”.
Para lograrlo, enumeró tres ejes estratégicos: eliminar el lastre que constituyen los pésimos resultados en las entidades que todavía nos presentan, mantener e incrementar los ingresos y utilidades en divisas y en moneda nacional, y garantizar un uso racional de los recursos del presupuesto del Estado.
Identificó como principales obstáculos la falta de divisas convertibles que dificultan la adquisición oportuna de recursos básicos; la insuficiente disponibilidad de combustibles, que afecta tanto la operación como el mantenimiento vial, y las limitaciones en la recuperación de la vialidad.
Destacó avances como el “esquema financiero recientemente aprobado, que nos permitirá atender necesidades urgentes” y el “fondo en divisa para el desarrollo del transporte público, que ya nos está permitiendo ampliar nuestras capacidades”.
Sobre la gestión de combustibles, el ministro afirmó que en el sector se trabaja por una mejor organización de los mecanismos para su asignación y consumo, “todo lo cual encierra reservas de mejora y optimización”, añadiendo que “avanzaremos en la transición energética hacia fuentes de nueva energía en la medida en que lo permitan los recursos financieros”.
Rodríguez Dávila enfatizó la necesidad de una gestión integral. “Lo anterior requiere una mejor gestión de nuestro organismo, desde los ejes principales hasta cada trabajador en cualquier función”.
Señaló que “aún cuando el informe presentado es explícito, quisiera referirme brevemente a algunas de las prioridades contenidas entre las recomendaciones”.
A continuación, enumeró acciones concretas como la adquisición de neumáticos, baterías y otros recursos para elevar la disponibilidad técnica, el restablecimiento de rutas interrumpidas y la prioridad en la asignación de combustibles a nivel local.
Entre los programas en marcha destacó el ensamblaje de triciclos y ecomóviles eléctricos con sus estaciones de carga, la adquisición de microbuses para servicios ruteros y la fabricación de ferrovías y restablecimiento de servicios ferroviarios de cercanía.
Igualmente, anunció un proyecto innovador, “un plan de adquisición de ómnibus eléctricos para tráficos urbanos, con estaciones de carga alimentadas por fuentes renovables”, que incluirá “una modalidad de contratación diferente que contempla mantenimiento y reparación”.
En su intervención, Rodríguez Dávila criticó duramente una práctica recurrente. “Debemos acabar con la mala práctica de invertir en medios de transporte y luego no adquirir piezas de repuesto”, lo que provoca “paralizaciones frecuentes y prolongadas de numerosos vehículos estatales”.
Como complemento, informó sobre un proyecto de ensamblaje de ciclos y ciclomotores con participación de la industria nacional, la evaluación y perfeccionamiento de la política para la comercialización de vehículos, y la necesidad de acelerar el proceso de registro de vehículos armados que circulan sin chapas.
“Otra insatisfacción latente de nuestro pueblo son los servicios interprovinciales estatales”, dijo, comprometiéndose a abordar este sensible tema.
Sobre los problemas de venta de pasajes, el ministro comentó que la baja oferta hace que la compra de pasajes mediante la aplicación Viajando genere insatisfacción, denunciando que “el déficit de capacidades es aprovechado por personas inescrupulosas para lucrar con la necesidad del pueblo”.
Ante esto, advirtió que será un “asunto sobre el que reforzaremos el enfrentamiento”, anunciando planes para “incrementar y perfeccionar la oferta estatal de transporte” y organizar mejor la oferta no estatal.
En materia de infraestructura, Rodríguez Dávila señaló que “avanzar en la contratación y adquisición de recursos para elevar la disponibilidad técnica de los ómnibus, coches, locomotoras, embarcaciones y aviones de Cubana de Aviación es una prioridad’.
Detalló los esfuerzos para mejorar el tren especial, restablecer servicios interprovinciales como Santa Clara-Nuevitas, Cienfuegos-La Habana y Sancti Spíritus-La Habana, así como recuperar y mejorar el estado de las vías férreas.
Con especial énfasis en los trenes nacionales, reconoció que “un asunto de especial atención es el restablecimiento de la calidad del servicio”, refiriéndose específicamente a “la puntualidad, el confort, las ofertas a bordo y la atención en estaciones”.
Aunque señaló que estos servicios “se han deteriorado con el tiempo y las dificultades”, valoró “la esmerada labor de tripulaciones y ferroviarios”.
Anunció acciones para la modernización del transporte marítimo, además de la adquisición de un catamarán adicional para la ruta Batabanó-Isla de la Juventud, y la reparación de los catamaranes Río Júcaro, Río Máximo y Fuerte y Perseverancia.
En aviación, destacó dos objetivos paralelos: “Avanzaremos en el incremento de la conectividad aérea tanto nacional como internacional”, mientras se “modernizan los aeropuertos para mejorar la calidad de los servicios”.
Sobre el crítico estado de las carreteras, dijo que se trabaja para “recuperar la vialidad es un tremendo reto ante el marcado deterioro de los últimos años”. Explicó que esto requiere garantizar recursos financieros en divisas y moneda nacional, completar el equipamiento necesario y mejorar la coordinación de los aseguramientos.
En logística, el ministro informó sobre el restablecimiento gradual de la flota mercante y auxiliar, la priorización del cabotaje, especialmente en puertos como Nicaro y Carúpano, la reactivación del transporte de carga por ferrocarril portuario con mayor uso de contenedores y el restablecimiento del servicio exprés como parte de los planes futuros.
También destacó avances en “la paquetería internacional, tanto por vía aérea como marítima”, señalando que “impulsaremos la recuperación de la disponibilidad técnica de los vehículos en bases municipales y la incorporación gradual de pequeños vehículos eléctricos con sus respectivas estaciones”.
Rodríguez Dávila se refirió a los niveles de accidentabilidad, “un flagelo que cada año cobra más de 600 vidas”.
Mencionó acciones conjuntas con el Ministerio del Interior para “prevención y enfrentamiento a conductas riesgosas”, extendiendo estos esfuerzos a la seguridad ferroviaria tras “serios incidentes recientes”.
“A nivel de ciencia, innovación y transformación digital, las reservas que tenemos son enormes”, dijo en otro momento.
Sobre comunicación social, mencionó el proyecto Desafío como resultado de “un trabajo de intervención con nuestro pueblo”.
“Preferimos concentrarnos en soluciones más que en protestas”, dijo, criticando “la formalidad, justificación e insensibilidad como enemigos de la satisfacción poblacional”.