Por acuerdo del Protocolo de Kyoto, los países industrializados o desarrollados deben ser los primeros en adoptar medidas para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero. Su entrada en vigor dependía de su ratificación por los países industrializados causantes del 55% de las emisiones de estos gases.

Los Estados Unidos de Norteamérica, país que produce más contaminación, se retiró del protocolo en el año 2001, bajo el argumento de que las medidas acordadas dañarían su economía; y que países en vías de desarrollo, como India y China, también son grandes emisores de gases con efecto invernadero.

En el año 2002, en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible, realizada en Johannesburgo, África, se esperaban grandes avances. Lamentablemente, Estados Unidos, Australia, Mónaco y Liechtenstein, participantes en los primeros debates del Protocolo insistieron en no ratificarlo.

En el 2004, después de dos años de deliberaciones y análisis, Rusia ratificó el Protocolo. Con esa posición favorable, el 16 de febrero de 2005, el Protocolo de Kyoto, entró en vigor.

Este problema tan complejo e importante, en el que está en juego la vida a nivel planetario, no se ha podido resolver.

Pandemias – COVID 19

La evolución de la pandemia es muy incierta, e incide en la economía mundial. Ha disminuido el crecimiento económico a nivel internacional y seguirá dejando secuelas por unos cuantos años más.

Por ejemplo, China tiene una fuerte contracción en la industria, los servicios, las ventas minoristas y las inversiones. Las otras economías principales se han visto muy dañadas en el sector financiero.

La pandemia ha afectado el turismo, las ofertas de empleo, el comercio, la inversión y la producción total de los países, que registran un daño intenso del crecimiento económico principalmente en los años 2020, 2021 y 2022, y tendrán consecuencias todavía en años venideros.

Crisis global

La economía mundial está en una crisis mundial. América Latina no ha podido recuperar aun el nivel del producto por habitante que tenía en 1980. El neoliberalismo ha conducido a la economía mundial al borde de una catástrofe, el desastre social y económico es inminente.

A nivel mundial el 41 % de la población en edad laboral se encuentra desempleada o sub-empleada, se calcula que unos 140 millones de personas en el mundo se encuentran en situación de desempleo. Unos 300 millones de personas carecen de seguridad social, seguros, derechos a jubilación, derechos laborales ante la invalidez o la disminución de su capacidad laboral. Al menos 80 millones de niños se ven obligados a trabajar, y en algunos países hasta el 25% de los menores de 15 años son económicamente activos.

Mil quinientos millones de personas en el mundo viven en la extrema pobreza. En África el 50 % de la población vive en esas condiciones, en América Latina, según las estadísticas oficiales de la CEPAL, el 46 % de la población está clasificada como pobre y 98 millones de indigentes en nuestra región indican que uno de cada cinco latinos americanos lo es.

La pobreza crece también en los países desarrollados. Se calcula que en Estados Unidos y Europa el 15 % de la población, como mínimo, vive en condiciones de pobreza.

Continúa…

 

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