En la ciencia económica, el tipo de cambio de equilibrio surge mediante un proceso de mercado en el que se igualan la oferta y la demanda de divisas, donde los agentes (hogares, empresas y gobierno) pueden acceder de forma libre y oportuna a las divisas a cambio de moneda nacional y viceversa.
El Estado puede influir en el establecimiento de un tipo de cambio de equilibrio incidiendo sobre las fuentes de oferta y demanda de divisas, mediante políticas cambiarias, fiscales, monetarias y de otro tipo. Pero su capacidad para fijar un tipo de cambio se encuentra limitada por las condiciones imperantes en la economía.
Fijar un tipo de cambio muy por debajo de las condiciones de equilibrio de manera prolongada, provoca diversas distorsiones. Conlleva a una situación donde aquellos que obtienen divisas no están incentivados a cambiarlas por moneda nacional y los demandantes se sienten motivados a adquirir una mayor cantidad de moneda extranjera, lo que implicaría no poder satisfacer parte de esta demanda.
Lo anterior se traduce en la inoperancia del mercado cambiario oficial y propicia el surgimiento de un mercado informal de divisas donde acuden determinados agentes a realizar operaciones a un tipo de cambio cercano al equilibrio de ese segmento específico, pero superior al tipo de cambio oficial.
¿Por qué tomar como referencia el tipo de cambio del mercado informal para la determinación de la nueva tasa de cambio oficial?
Para el restablecimiento de las operaciones del mercado cambiario oficial en Cuba, ha sido necesario tomar en cuenta las condiciones preexistentes del mercado de divisas, en el cual ya ocurren de forma informal un grupo importante de operaciones cambiarias a un tipo de cambio muy superior al 1×24. Ese tipo de cambio informal es reflejo de las condiciones de desequilibrio del resto de los mercados de la economía, determinadas por el exceso de dinero en circulación, la escasez de oferta de productos en pesos cubanos y la disminución de los ingresos en divisas, entre otras distorsiones.
Si bien el tipo de cambio informal está impactado igualmente por procesos especulativos y los costos asociados a la informalidad, lo cual no permite asegurar que este sea estrictamente un tipo de cambio de equilibrio bajo condiciones normales de funcionamiento, este supone la referencia más cercana a las condiciones bajo las cuales los agentes que asisten al mercado informal se sienten motivados a realizar intercambios de moneda extranjera (divisas) por moneda nacional y viceversa.
Es por ello que la actualización de la tasa de cambio del mercado oficial para la población y actores económicos no estatales toma como referencia en un primer momento el tipo de cambio informal para asegurar que desde el inicio se produzcan de la manera más fluida posible las operaciones de compra y venta de divisas a través del sistema financiero.
Establecer desde el comienzo un tipo de cambio sustancialmente inferior al imperante en el mercado informal, no hubiera generado los incentivos suficientes para que los poseedores de moneda extranjera acudan al mercado cambiario oficial para vender sus divisas, manteniéndose así las condiciones para que concurran al mercado informal que ofrece un precio de compra mucho más atractivo.
De igual manera el establecimiento de un tipo de cambio inferior al equilibrio al inicio de la venta de divisas en el mercado cambiario oficial hubiese generado incentivos a una sobredemanda de moneda extranjera, pues los demandantes percibirían un abaratamiento relativo del costo de acceder a las mismas.
Mantener un tipo de cambio artificialmente bajo en el mercado de la población y actores económicos no estatales implicaría inyectar de forma constante divisas desde otros sectores de la economía, lo que en el mediano plazo haría insostenible dicho tipo de cambio y obligaría a adoptar una nueva devaluación que permita aproximar la tasa oficial hasta el equilibrio de mercado para continuar haciendo viable las operaciones cambiarias.
La confluencia de estos dos procesos -desincentivos a la venta de divisas al sistema financiero e incremento de la demanda de divisas- hubiesen convertido en inoperante al mercado cambiario oficial, haciendo fracasar la medida desde sus primeros momentos. (Cubadebate)