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Nuevo documento propone abordar el envejecimiento no solo como un reto, sino también como una oportunidad para las sociedades y las economías de América Latina y el Caribe.

Un nuevo documento elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) analiza las implicancias económicas del envejecimiento poblacional acelerado en la región, y destaca tanto los desafíos para el crecimiento económico, el mercado laboral y la sostenibilidad de las políticas sociales, como las oportunidades de impulso a diversos sectores económicos que este fenómeno representa.

El informe Impactos económicos del envejecimiento en América Latina y el Caribe: desafíos y oportunidades, fue presentado en el marco del seminario regional Envejecimiento en América Latina y el Caribe: oportunidades y desafíos para las economías y las políticas públicas, que se realizó el miércoles 6 de agosto de 2025, y que fue inaugurado por José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, Hak-Jae Kim, Embajador de la República de Corea, y Francisca Gallegos, Subsecretaria de Servicios Sociales del Ministerio de Desarrollo Social y Familia de Chile.

“El envejecimiento poblacional está transformando profundamente las estructuras económicas y sociales, generando simultáneamente desafíos y oportunidades. En comparación con regiones desarrolladas como Europa, América Latina y el Caribe ha experimentado un ritmo de envejecimiento significativamente más acelerado y deberá enfrentar los desafíos económicos y sociales propios de una sociedad que envejece en un contexto de niveles estructuralmente elevados de desigualdad y de ausencia de Estados de bienestar consolidados”, afirmó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL.

Agregó que este contexto exige el diseño oportuno de políticas públicas que preparen a la región para un futuro en el que las personas mayores constituirán un grupo poblacional significativo y la longevidad será una característica predominante.

Según estimaciones y proyecciones recientes de la CEPAL, en América Latina y el Caribe en 2024 vivían alrededor de 68 millones de personas de 65 años o más, lo que representa el 10,2% de la población total. Para 2030, esta cifra aumentará a 82 millones de personas mayores de 65 años, equivalentes al 11,9% de la población. Se estima que, para 2050, este grupo etario alcanzará los 138 millones, representando el 18,9% de la población regional.

El documento, presentado por Simone Cecchini, Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL, advierte que la región no ha aprovechado plenamente la ventana de oportunidad de crecimiento económico, reducción de la pobreza y desarrollo que ofrecía el primer bono demográfico.

“Ahora que ese bono está a punto de concluir, en medio de condiciones demográficas menos favorables y con menores márgenes de acción fiscal, es urgente adoptar políticas públicas que permitan enfrentar los desafíos del envejecimiento acelerado, así como aprovechar nuevas oportunidades económicas”, subraya.

El informe destaca que el envejecimiento de la población puede generar oportunidades de crecimiento económico, impulsado por el aumento del consumo interno de las personas mayores, su mayor inclusión laboral y el desarrollo de sectores emergentes asociados a la llamada “economía plateada”, como la salud y la economía del cuidado, el sector financiero y asegurador, la industria farmacéutica y de biotecnología, la tecnología y los servicios digitales, el turismo y la vivienda adaptada.

“Aprovechar todo ese potencial dependerá en gran medida de la capacidad de atender las desigualdades, vulnerabilidades y discriminaciones que afectan a las personas mayores y de la transformación de los sistemas de salud y de protección social, para que se centren en su prevención y bienestar”, precisa.

A través del análisis del bono demográfico y del uso de la metodología de las Cuentas Nacionales de Transferencias, el reporte evalúa los impactos proyectados del envejecimiento sobre el crecimiento económico y destaca el papel de la productividad y la participación laboral —en especial de mujeres y personas mayores— como factores clave para mitigar estos efectos.

Asimismo, se examinan políticas públicas innovadoras en la República de Corea y otros países del mundo, que pueden servir de referencia para América Latina y el Caribe.

“Aprovechar las oportunidades económicas del envejecimiento requiere tomar en cuenta el cambio demográfico en las políticas públicas, invertir en salud, protección social y cuidados, así como reconocer los derechos y aportes de las personas mayores, desde un enfoque de ciclo de vida”, concluye el documento, que ha sido preparado en el marco de las actividades del acuerdo de cooperación entre la República de Corea y la CEPAL.

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