Con 359 votos a favor y 226 en contra, el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución que acusa a Cuba de violaciones graves (pero inexistentes) y se posiciona en contra del “acuerdo de diálogo político y cooperación UE-Cuba a la luz de la reciente visita del alto representante a la isla”. Una resolución delirante, basada en acusaciones falsas y muy graves, que pretende de hecho envenenar las relaciones internacionales en un momento ya muy difícil. La iniciativa parlamentaria es de algunos grupos políticos partidarios del envío de armas a Ucrania y que precisamente por esa mala conciencia pretenden mancillar la extraordinaria experiencia de solidaridad internacional de Cuba, resumida en el lema de Fidel Castro: “¡Médicos, no bombas!”.

“Una resolución vergonzosa e infame, como dijimos ayer en un comunicado firmado por Rete di Communisti, OSA y Cambiare Rotta, que obviamente”, dice Luciano Vasapollo cofundador (con Rita Martufi) de la Red de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad, “no tiene en cuenta ni el extraordinario espíritu de solidaridad internacionalista de Cuba ni de su gran desarrollo científico y tecnológico, que se expresa en una ‘escuela’ de medicina considerada con respeto en todo el mundo, gracias a la producción de medicamentos y vacunas originales y al envío de ‘brigadas médicas’ a muchas situaciones críticas en distintos continentes. Vinieron a Italia para ayudarnos a luchar contra el Covid y últimamente para apoyar el sistema sanitario calabrés, que sufre escasez de médicos especialistas, pero en lugar de estarles agradecidos, muchos eurodiputados italianos han preferido “esclavizar a Estados Unidos”.

Según Vasapollo, “desvincularse de esta vergonzosa iniciativa era una oportunidad para mostrar al menos un poco de independencia de la OTAN y de Estados Unidos, pero una vez más el Parlamento Europeo y las fuerzas políticas demuestran que son completamente cómplices de un imperialismo que ha desatado la guerra de la OTAN contra Rusia, enviando armas a Ucrania, apoyando en lugar de las razones de la paz, la verdad y la justicia, las del aparato militar industrial europeo que representa a las grandes empresas, pero que no tiene ninguna independencia de los grupos de poder con sede en Estados Unidos”.

“Es una vergüenza”, subrayó Vasapollo, “que se intente calumniar a Cuba, llegando a incluirla en la lista de ‘países canallas’ que ayudan al terrorismo, cuando todo el mundo sabe que el Gobierno de La Habana ha sido simple y merecidamente anfitrión de las conversaciones de paz con las organizaciones guerrilleras colombianas (conversaciones que, por cierto, han sido consagradas por un Premio Nobel)”.

Vasapollo expresó su indignación y la de las organizaciones adheridas a la sección italiana de la REDH (Rete dei Communisti, OSA y Cambiare Rotta, pero también la Asociación Rotondi de Periodismo por la Paz, que promueve FarodiRoma) porque una parte de la derecha italiana (representada en Estrasburgo por el PPE y los conservadores) “no quiere admitir la validez de la ayuda prestada por los generosos trabajadores sanitarios que, llegados a Calabria, fueron testigos de la elección anunciada por Fidel Castro con el lema ‘¡Médicos, no bombas! ‘, una elección que hoy parece aún más significativa teniendo en cuenta el envío de armas a un país beligerante deliberado por nuestro gobierno. La sanidad calabresa está al límite de sus fuerzas no por un destino inexorable sino por los compromisos de una política que siempre ha estado demasiado atenta a los intereses económicos de los potentados locales, por no decir algo peor, ignorando las necesidades sanitarias de la población que siempre se ha visto dirigida a buscar tratamiento en centros privados o en otras regiones. Queremos invertir esta tendencia con la ayuda de la Brigada Médica Cubana, expresión de la amistad de Cuba con el pueblo italiano y de una medicina de vanguardia, como demuestran los indicadores sanitarios, empezando por la mortalidad infantil, que en la isla es de las más bajas del mundo a pesar de los modestos ingresos per cápita. Y como demuestra la respuesta dada a Covid con vacunas que la OMS ha calificado entre las mejores y con menos contraindicaciones, las únicas aptas incluso para recién nacidos”.

Según Vasapollo, “los médicos cubanos que generosamente dejan a sus familias para ayudar a la nuestra son la mejor respuesta al comportamiento inicuo que también comparte nuestro país hacia Cuba: la permanencia de las criminales sanciones económicas y la inclusión de Cuba en la lista de países canallas son manchas en la conciencia de Occidente”.
Mientras, concluye el economista que trabajó con Fidel Castro, “la resolución votada en Estrasburgo confirma un servilismo de Italia y de Europa a los Estados Unidos cada día más intolerable”.

Aurelio Tarquini

En la foto: el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel entre Luciano Vasapollo y Rita Martufi, fundadores de la sección italiana de la REDH

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