En el entorno macro y micro económico nacional, un fenómeno lleva las riendas de nuestra economía, tanto nacional como doméstica, la devaluación sostenida del peso cubano.

En un entorno inflacionario donde crecen los precios de forma desmedida sin una producción sostenida y creciente de bienes y servicios, se crean las condiciones para que la moneda nacional se devalúe ¿cómo se interpreta este proceso?

La devaluación es la depreciación del valor nominal de una moneda frente a otras, en el caso de la moneda nacional, se produce una caída de su poder de compra respecto a la moneda extranjera.

Son muchos los factores que intervienen en la devaluación de una moneda, entre los más reiterados están:

Aumento en la cantidad de dinero que circula sin incremento de la riqueza del país, es decir, aumentar la circulación de papel moneda sin que esta tenga un respaldo real en la producción de bienes y servicios.

Otro elemento es la baja demanda de la moneda local; si no resuelve los problemas relacionados con la adquisición de bienes o servicios, se demanda otra moneda por encima de la nacional.

Así mismo ocurre cuando existe una amplia demanda de la moneda extranjera. Se dolariza la economía y es la moneda extranjera la que sirve para financiar determinados procesos, como ocurrió en Cuba con el incremento de la demanda de moneda extranjera para poder salir del país en el boom migratorio del 2000 al 2023 y hasta la actualidad. O como sucede con la alta demanda de MLC en CUBA, moneda fantasma que se nutre de la moneda extranjera, para acceder al mercado de bienes y servicios.

Estas son causas desde lo económico que responden a leyes económicas y que actúan hoy en el mercado financiero cubano, pero también se suman a esta problemática factores subjetivos dirigidos desde una coyuntura política que hace se incremente la velocidad y la masa de esa devaluación.

Un ejemplo lo tenemos en la presión que ejerce la página digital El Toque sobre la tasa cambiaria informal en Cuba y cuánto contribuye esto a distorsionar la realidad cambiaria y ampliar la brecha inflacionaria, acelerando el proceso de devaluación del peso cubano.

Hoy, para cualquier cubano, la respuesta a la pregunta de ¿Cómo amaneció el dólar hoy? está en El Toque, una publicación operada desde fuera de Cuba y con claros fines de distorsión política.

En los últimos días la plataforma El Toque ha acelerado el aumento artificial del dólar estadounidense con el objetivo de que a inicios de julio alcance los 480 a 500 pesos por dólar. Un andamiaje de manipulación financiera con objetivos políticos y de subversión ideológica, una operación inflacionaria para agravar la crisis cubana.

De esta manera, se pretende ajustar la escala monetaria en función de la demanda de dinero para influir en el incremento de los precios, cuyo efecto influye negativamente en el producto interno cubano, lo cual agudiza la actual situación económica.

Se reduce con ella la cantidad de pesos cubanos en circulación y aumenta la entrada de dólar norteamericano, un proceso de invasión o dolarización de la economía. El crecimiento inflacionario de la tasa de cambio, que esperan esté a principios de julio cercano a los 500 pesos por dólar, exacerba la crisis interna de la economía doméstica, buscando con ello otro estallido social.

Aparentan manejar esa alza en la tasa de cambio a partir de un supuesto algoritmo de inteligencia artificial, pero en lo absoluto es consecuente con la realidad económica nacional. ¿Qué algoritmo estaría de forma reiterada y continua subiendo la escala de dos en dos pesos para después saltar a una subida diaria de cinco en cinco? Es sencillamente manipulación financiera y mediática, manipulación en la que caemos todos porque, unos como víctimas y otros como victimarios, ante la escasez de moneda dura en nuestros bancos para cambiar, se está sustentando toda la micro economía nacional en estos precios que impone El Toque desde su página.

No existe justificación económica que pruebe el alza continua y constante de un día para otro. En cualquier economía la tasa oscila durante determinado periodo de tiempo en el entorno de un valor determinado, sube o baja, los que han estado de visita en otro país lo han vivido, puede variar en un mismo día, subir o bajar, pero no ese ascenso en escalas fijas diarias. Eso no es economía. Es solo manipulación, especulación financiera.

Desde El Toque también se persigue afectar la economía individual de los cubanos, influir en la reducción del gasto público; pues si el acceso al mercado se hace a partir de tan alta subida de precios, el presupuesto del Estado que antes alcanzaba para resolver cuatro problemas ahora resuelve uno solo, afectándose con ello la calidad de vida del pueblo.

La desproporcionada diferencia entre el mercado oficial y su tasa cambiaria y el informal, no se genera por los bajos precios del primero, sino por los altos precios del segundo.

Un mercado informal que ahoga la economía nacional en momentos de agravamiento de la crisis y de agudización de las medidas norteamericanas contra la isla no es solo descontrol o falta de acción del Estado, que también existe así como morosidad en la implementación de medidas de impacto que minimicen el efecto en la economía doméstica de la devaluación orquestada desde El Toque; es la manipulación de una tasa cambiaria basada en herramientas informáticas de dudosa credibilidad y procedencia, con algoritmos irreales.

La inflación introducida por El Toque es un arma de guerra de la comunidad de inteligencia estadounidense, y su víctima es el pueblo cubano, único objetivo de esa política.

Es evidente que no buscan solamente destruir el sistema social, sino a todo el pueblo, como dijera el entonces subsecretario de Estado norteamericano Lesytor Mallory en 1960 “…la única medida posible para restarle apoyo al gobierno revolucionario sería generando decepción, desesperación y hambruna a partir de medidas económicas impuestas…”

Hacerle el juego al Toque y su tasa cambiaria es atentar contra la soberanía económica, política e ideológica de la nación. Nuestra moneda se ha devaluado, sí; nuestra economía atraviesa graves problemas, sí; no hemos hecho todo lo posible desde las direcciones administrativas del Estado para contrarrestar estos efectos negativos, si; pero una tasa cambiaria que busca la desestabilización social, agravar el estatus quo de los cubanos, exacerbar las condiciones de crisis, es inaceptable.

La situación financiera del país es compleja, una tasa cambiaria que no se ajusta a nuestra realidad, tanto las dos oficiales a 25 y 120, como la informal, solo tienden a agravar la situación y eso hay que tenerlo en cuenta al hacer cualquier análisis.

Economía y política van de la mano, sus efectos caen en el campo ideológico, y afectan al pueblo.

Transformar la realidad implica implementar acciones de forma resuelta desde el campo de lo económico que puedan contrarrestar los efectos negativos en el orden político e ideológico de la actual situación, los cuales pudieran conducir a la desestabilización y la reversibilidad del proceso revolucionario.

Como dijera el economista y filósofo Adam Smith: “…no puede haber una sociedad floreciente y feliz, cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados…”

Hoy la devaluación del peso cubano, esa manipulación financiera que desde El Toque se nos hace, conduce a hacer sentir desdichados a la mayoría de los cubanos, y eso es más peligroso que 20 horas de apagón.

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