Economía rusa

La economía de Rusia retomará la senda de crecimiento bajo a mediano plazo el próximo año, según indica el informe del Departamento Económico de la ONU sobre la situación económica mundial y sus perspectivas.

“Tras la contracción del 2,1% comunicada oficialmente en 2022, está previsto que la economía rusa se contraiga marginalmente en 2023, antes de volver a una senda de bajo crecimiento a medio plazo en 2024”, destaca el documento.

Los autores del informe señalan que los ingresos por exportaciones de Rusia cayeron en el primer trimestre de 2023 al mismo tiempo que el suministro de petróleo se desplazaba de Europa principalmente a Asia.

“La confianza del consumidor sigue siendo baja a pesar de las difíciles condiciones del mercado laboral. Aunque se espera que el apoyo fiscal a la economía, incluido el gasto militar, continúe en 2023, una aplicación más estricta de las restricciones a la importación de tecnologías sancionadas a través de terceros países podría limitar la inversión productiva”, resalta el texto.

El documento agrega que el conflicto en Ucrania y las perturbaciones económicas derivadas, entre otras cosas, por las sanciones antirrusas, siguen afectando a las perspectivas económicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y de Georgia.

Esto sucede al tiempo que numerosos países condenaron la operación militar especial en Ucrania y anuncian sanciones contra Moscú. Según las declaraciones del presidente ruso, el plan occidental de aplastar a corto plazo la economía rusa no tuvo éxito. Ella se contrajo apenas un 2,5% el año pasado, un descenso considerablemente menor que los experimentados durante la crisis financiera de 1998 (5,3%) y la gran recesión de 2008 (7,9%). El Fondo Monetario Internacional pronosticó también que el crecimiento económico ruso superaría al de Alemania y el Reino Unido tanto en 2023 como 2024.

El pasado 23 de marzo, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, se dirigió a la Duma Estatal denunciando que Rusia sí ha sufrido un golpe de sanciones sin precedentes en la historia reciente. Sin embargo, los expertos coinciden en que las sanciones occidentales no tuvieron los efectos deseados. Informando sobre la labor del Gobierno en el 2022 y sobre objetivos para el 2023, el funcionario destacó que, a pesar de la presión, Rusia ha resistido las sanciones.

“Intentaron colapsar nuestro sistema financiero para que la gente no pudiera utilizar tarjetas bancarias. Para perturbar los lazos económicos. Para obligar a sus propias empresas a retirarse del mercado ruso, registrando enormes pérdidas. Para que los productos conocidos desaparecieran de las estanterías de las tiendas. Y al mismo tiempo, para echar a la calle a los empleados rusos de estas organizaciones y privarles de ingresos. Es decir, esas personas, cuyo trabajo creó sus beneficios multimillonarios”, aseveró Mishustin. Tomado de Sputnik.

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