Podríamos decir que con la entrada en vigor de la Ley de Comunicación Social comienza una nueva era para la publicidad en Cuba, pero ¿estamos preparados para ella?

El sector que lo brindará como servicio, sí. Es obvio que tenemos excelentes profesionales: diseñadores, realizadores audiovisuales, psicólogos, especialistas en mercadotecnia, comunicadores organizacionales y medios de comunicación listos para insertar anuncios, banner, mensajes, publirreportajes… solo que, para alcanzar los objetivos empresariales debemos definir nuestras prioridades o corremos el riesgo de convertir la inversión en publicidad en un gasto sin los resultados deseados.

Comienza el año y tenemos nuevas metas, entonces ¿lo primero es saber en qué gastar el presupuesto asignado a comunicación? ¿revisar cuántas ferias habrá y los costos de un stand? ¿buscar las tarifas de los principales medios de comunicación? ¿conocer cuánto cuesta un spot televisivo o radial? ¿estar en todas las redes sociales con mensajes atractivos? ¿vernos en la televisión? Sí y no.

Lo primero es revisar nuestros planes y objetivos, los eventos que realizaremos o en los que participaremos en el año, si lanzaremos un nuevo producto o servicio, o si nuestra intención es aumentar las ventas. Conviene hacerlo como una tormenta de ideas.

Las ideas, todos tienen ideas

Con todos esos apuntes debemos hacer una lista de necesidades a partir de los objetivos empresariales del tipo: aumentar o fidelizar algunos públicos (clientes, proveedores, trabajadores), definir nuestra posición en el mercado, compararla con la competencia, caracterizar al público meta, saber qué espera de nosotros e incluso dónde acostumbra a satisfacer sus necesidades.

El surgimiento de la publicidad estuvo marcado por una idea fija: convencer, imponer el producto o servicio en oferta. Pero el mundo cambió, con internet las audiencias se empoderaron, nuevas herramientas facilitan la retroalimentación, y no las podemos ignorar. Satisfacer las necesidades y complacer, es la clave del éxito.

Para convencer hoy es necesario informar, educar, inspirar. Las personas reciben mucha información que puede dar al traste con la mejor publicidad si no se tiene en cuenta. Por ejemplo, digamos que un restaurante prepara una oferta especial para el Día de los enamorados basada en exquisitos platos elaborados con pastas, en un momento en que en internet el Dr. Marco Albuja está atacando los carbohidratos y en el gimnasio del barrio el entrenador orienta una rutina con dieta saludable.

¿Qué hacer si el público que acostumbra visitar ese establecimiento es seguidor en las redes del Dr. Albuja y el gimnasio es parte de su rutina?  Se impone elaborar un menú atractivo para esas personas sustituyendo la pasta por vegetales, pero, sobre todo, con información sobre los aportes a la salud de los consumidores, los beneficios de los productos utilizados siempre con la recomendación de practicar ejercicios e hidratarse sin dejar de complacer a nuestro cuerpo y mente.

Llegados a este punto…

El Plan de Mercadotecnia. No basta con poner un anuncio en los medios si no tiene su versión en las redes sociales donde, además, es posible incorporar nuevos elementos, y sobre todo influir en nuestros trabajadores, ellos son los principales voceros de la marca y sus ofertas.

La gestión de la comunicación en la empresa debe estar en función de la economía, del cumplimiento de los objetivos empresariales, y para ello, es necesario el diálogo con todos los especialistas que intervienen en cada proceso, planificar y tener en cuenta estrategias con jóvenes. Los jóvenes saben vender, posicionar productos y marcas en las redes, sólo debemos identificar al que tiene entre sus seguidores a nuestro público meta. Usar influencers con la mente abierta es una inversión, su fuerte son las redes, no los necesitamos en la oficina ocho horas, exigiendo almuerzo, computadoras o aire acondicionado.

Importante: para garantizar el éxito hay que medir los resultados, debemos despojarnos de viejas ideas, la primera pregunta no es cuántos like tuvo mi perfil de Facebook o cuántos mensajes fueron enviados, debemos preguntarnos ¿cuál es la relación entre lo invertido en publicidad y la ganancia obtenida ¿lo controlas?

Nada como sacar cuentas y guardar estadísticas, estudiar los resultados, todos son medibles ¿tiene calidad mi producto o servicio? ¿es conocida mi marca? ¿verifiqué los contenidos publicados, son ciertos? ¿llegué a mi público? ¿aumentó la demanda? ¿subieron las ventas? ¿cómo llegó el cliente a nosotros, cuánto invirtió?

Midamos la efectividad de las estrategias de venta.

Continuaremos

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