La subjetividad, esa dimensión donde habita la voluntad de las mujeres y los hombres, ocupó buena parte de las ideas escuchadas en el debate sobre el cumplimiento de los acuerdos. Se disertó sobre el valor de una comunicación política que requiere más diálogos para que la sabiduría popular se escuche más y mejor en la toma de decisiones; y se dijo que el trabajo político-ideológico necesita, para ser efectivo, incursionar en nuevos modos.
El periodista Humberto López hizo alusión al necesario optimismo que debe nutrirse, en su entender, de una denuncia permanente del bloqueo imperial; de una claridad sobre las deficiencias internas -para poder combatirlas-; y tener siempre presente el trabajo creador y el sacrificio de ese protagonista que se llama pueblo.
Por su parte el director del periódico Juventud Rebelde, Yoerky Sánchez Cuellar, comentó que se está haciendo trabajo político-ideológico en una sociedad muy compleja, y que en ese contexto la labor del Partido Comunista es fundamental. En «esta Cuba que hay que defender», dijo, es vital plantearse las ideas de Fidel en la hora actual, al tiempo de avanzar en la articulación de las fuerzas revolucionarias.
Se necesita un militante con conciencia fuerte, afirmó el joven periodista, quien también compartió la alerta de que «hemos burocratizado en algunos momentos los procesos ideológicos», y que tiene mucho valor decirle a la gente las cosas como son.
El científico Yuri Valdés Balbín trajo a colación una premisa de primer orden en el trabajo político-ideológico: hacer las cosas bien en medio de la complejidad. En igual línea de razonamiento enfatizó: «Tenemos que lograr concentrarnos en los resultados. El resultado es la clave». Y recordó que, mientras más gente participe, mejor salen las cosas.
Sobre esa última idea, Yuri comentó a todos que, «para participar, primero hay que abrazar las metas, los cómo». E hizo hincapié en el municipio como un escenario por excelencia, de «la base», para el despliegue de un buen trabajo político-ideológico.
Por su parte, Maridé Fernández López, vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, habló sobre la necesaria preparación de los dirigentes y militantes. Será difícil avanzar -razonó- donde haya Núcleos partidistas que, por ejemplo, no preparen con calidad sus círculos político-ideológicos.
En lo concerniente al combate desde las redes digitales, Maridé valoró que todavía falta camino por recorrer, hay reservas inexploradas en eso de vindicar a Cuba desde todas las plataformas. Y en cuanto a la lucha frente al bloqueo imperial, dijo que resulta imprescindible convertir cada espacio en una trinchera para la denuncia.
La titular de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, hizo referencia a la importancia de enseñar una herramienta tan importante como el marxismo a través de métodos flexibles; sobre la historia, enunció que, si importante es mostrar los hechos, también lo es explicar los por qué. Hay que liberar métodos, y también contenidos, hay que pensar críticamente todo cuanto se enseña, reflexionó la ministra, quien razonó que el trabajo político-ideológico es una batalla perenne, es un proceso humano con todas las complejidades que conlleva.
Es necesario, dijo, hacer que los valores se traduzcan en conductas; y es muy importante articular del mejor modo posible todas las variables educativas, y actuar con unidad, con respuestas integrales, ante la complejidad que se presenta.
La tarea de preparar bien a los claustros de profesores fue otra arista sobre la cual habló el titular de Educación Superior, Walter Baluja García. También él expresó que falta mucho por avanzar en la batalla desde las redes digitales, y que entraña gran trascendencia buscar los mejores modos de impartir las materias del Marxismo y de la Historia.
El trabajo político-ideológico es responsabilidad de todos, recalcó Roberto Morales Ojeda, quien denunció en la jornada cómo el enemigo jurado de la Revolución bombardea ideas y sentimientos de quienes la defienden. El miembro del Buró Político valoró que el cubano es un pueblo «eminentemente revolucionario», pero que el reto está en nutrir esa conciencia revolucionaria todos los días y desde todos los espacios.
Morales habló sobre poder contar bien aquellas cosas que se hacen bien; comentó sobre el arte político de saber explicar correctamente y a tiempo los asuntos más delicados; y recordó que el trabajo político-ideológico empieza por dar el ejemplo.