El IV evento regional “Turismo en la Encrucijada ¿Cambio de modelo?”, organizado y realizado por la Sociedad Cubana de Turismo de la ANEC, en el distrito de Varadero, convocó a profesionales, especialistas y directivos del sector, que sostuvieron un excepcional intercambio con investigadores de las ciencias económicas para analizar desde la ciencia nuevas posibilidades de enfrentar la época pos pandemia que nos ha cambiado los modos de hacer.

En los medios de comunicación aparecen, cada vez con más frecuencia, los vocablos sustentable y sostenible, aplicados a los procesos implicados en el desarrollo económico y social de un sector, una empresa o un negocio.
Estos conceptos están indisolublemente relacionados con el medio ambiente y la sociedad. No se puede hablar de sustentabilidad, sin pensar en un desarrollo económico sostenido sobre bases sólidas de protección al medio y aumento de la calidad y el estilo de vida de las personas, teniendo en cuenta que la segunda depende en buena medida de la primera.

La sostenibilidad de un proceso en la producción de bienes o servicios demanda del rediseño constante ante los cambios que se pueden producir a partir de hechos económicos o sociales, fenómenos naturales, etc., sin afectar su entorno. El desarrollo es sostenible cuando se mantienen o aumentan los resultados positivos a través del tiempo.

El sector del turismo se ha visto seriamente afectado a nivel mundial por una crisis económica agravada por la pandemia y las consecuencias de las medidas impuestas para contrarrestar sus efectos, y nuestro país no ha sido la excepción.

Al impartir su conferencia magistral “Janus Face” o Las dos caras del turismo, el Dr.C. José Luis Perelló Cabrera, investigador especializado en temas vinculados al desarrollo del sector turístico en Cuba, propuso un grupo de acciones a tener en cuenta para el desarrollo del sector, entre las que mencionó:

– Implementar estrategias de comercialización con los mercados tradicionales en el turismo de sol y playa desde Canadá y Europa.
– Diversificar mercados identificando nuevos segmentos.
– Lograr una marcada diferenciación de los productos turísticos por segmento de la demanda y elevar indicadores de calidad percibida.
– Cohesionar los encadenamientos productivos en toda la cadena de valor con economía de escala desde lo local.
– Desarrollar el turismo médico con calidad de vida y bienestar.
– Promover la integración efectiva con instituciones y asociaciones regionales.
Comunicador por excelencia, Perelló Cabrera aprovechó la oportunidad que le ofrecía un público de decisores, conocedores y con dominio de buenas prácticas en la actividad turística para sugerir la creación y posicionamiento de la marca “Varadero” como principal destino de vacaciones del Caribe.

El experto considera que Varadero es un clúster turístico, en un espacio geográfico donde la colaboración estratégica permite obtener beneficios comunes, ya que tiene los atractivos necesarios para perfilar un producto turístico dotado, además, con componentes tecnológicos y empresariales que permiten la formación de una cadena de valor.

Para lograrlo, explicó, será necesario desarrollar ofertas de ocio extrahotelero, dirigidas especialmente a determinados segmentos del mercado, y nuevos productos mediante inversión extranjera con empresas caribeñas.

El ambiente quedó cargado de positivismo, los rostros de los presentes estaban iluminados con esa luz que sólo brilla en la inteligencia colectiva. Entre todos podemos lograrlo no es una consigna, es una meta.

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