Ramón Labañino

Unos días antes de que el vice primer ministro de Cuba, Alejandro Gil, anunciara el comienzo de la venta de divisas a la población, Radio Habana Cuba entrevistó a Ramón Labañino Salazar, vicepresidente de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba, acerca de nuevo esquema cambiario que se establece en el país, publicamos en este espacio las consideraciones del economista y Héroe de la República de Cuba.

Unos días antes de que el vice primer ministro de Cuba, Alejandro Gil, anunciara el comienzo de la venta de divisas a la población, Radio Habana Cuba entrevistó a Ramón Labañino Salazar, vicepresidente de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba, acerca de nuevo esquema cambiario que se establece en el país, publicamos en este espacio las consideraciones del economista y Héroe de la República de Cuba.

“El nuevo esquema cambiario ―explicó Labañino― expuesto por nuestro Ministro de Economía y Planificación y la Ministra Presidenta del Banco Central de Cuba, señala un punto de partida inicial, el escenario actual que estamos enfrentando y la necesidad histórica de recobrar la soberanía cambiaria, en un mercado tan importante como el de divisas, que ha estado bajo la influencia de especuladores que, fuera del marco nacional, han establecido tasas que han afectado, incluso, los precios y tiene, por supuesto, influencia directa en otros renglones de la economía. El hecho de que tengamos esa soberanía cambiaria es de primordial importancia”.

“No solo en el sentido de que podemos generar de manera equitativa y congruente las divisas que necesita el país, sino en que pueden ser utilizadas, como es propio de nuestro sistema socialista, en la distribución justa y equitativa, con la justicia social que se merece nuestro pueblo. El uso de manera efectiva de esas divisas permitirá realizar todos los programas económicos que el país se plantea y, paulatinamente, ir al momento ideal de tener una sola moneda, que debe ser el peso cubano, con el cual se logre un nivel adquisitivo importante y permita ir a cualquier lugar a hacer sus compras, a la misma vez que tener una sola tasa de cambio para el dólar”, alegó en su entrevista.

Indicó, además, que “El hecho de no tener liquidez suficiente para garantizar la sostenibilidad del esquema cambiario nos obliga a comprar todas las divisas posibles y acumularlas, especialmente el dólar, de manera tal, que cuando tengamos esa capacidad podamos vender los dólares. También el sistema cambiario generaría sus propias divisas y así no habría que desviar el uso de estas importantes monedas internacionales de planes esenciales para el país como la compra de alimentos, el mercado minorista, la farmacia, la compra del petróleo, los programas energéticos y otros”.

El Héroe de la República insistió en sus declaraciones en que hay un principio esencial en todo este análisis, “el nuevo esquema cambiario no es un elemento aislado, está dentro de un grupo de medidas, de más de setenta y cinco medidas y pueden surgir muchas más, que se están exponiendo a nuestro pueblo recientemente y es el detalle de la integralidad del sistema que se está aplicando, o sea, si lo vemos aisladamente, como si fuera la única forma fórmula para lograr el desarrollo del país, incluso la unificación en una sola moneda, con una sola tasa de cambio, estaremos perdiendo de vista que no solamente es el esquema cambiario, sino que son todas las medidas que se están tomando las que compensan los momentos coyunturales que estamos sufriendo y vamos a sufrir eventualmente”, dijo y recordó que “ya está funcionando, desde hace algún tiempo, previendo este instante, un esquema secundario cambiario para empresas estatales seleccionadas y actores económicos no estatales que han sido seleccionados, los cuales tienen una tasa que está por encima de veinticuatro, pero por debajo de ciento veinte. Y esa esa misma ventaja de poder adquirir la divisa a un precio mucho más barato, pues le permite también tener más capacidad de compra de materias primas y materiales, con la condición y la premisa de que deban vender a precios más baratos también”.

Para el economista ello tendrá una influencia directa en el futuro cercano en cuanto a que los precios empiecen a descender y, por tanto, también tendrá su influencia en que descienda la inflación.

Agregó finalmente que, “Hay muchos matices, y muchas complejidades económicas, pero la idea central es lograr cada vez más la racionalidad económica, la equidad y la justicia social que merece nuestro sistema, preocuparnos cada vez más por los vulnerables, por los que más necesitan de este proceso, que adquieran un poder adquisitivo mayor, que este proceso sea cada vez más rápido, más eficiente, sin perder el carácter científico―declaró y afirmó que― lograremos el sueño, la realidad de que en breve podamos tener una sola moneda y una sola tasa de cambio, que es el objetivo central de todas esta medidas y en especial del sistema cambiario”.

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