Autor: José Bodes

La conclusión del año 2021 se destaca para Cuba con la ampliación de sus relaciones económicas con naciones situadas al Este del planeta, por una parte, con la República Popular China y por la otra con cinco estados euroasiáticos, en lo que constituye sin duda un nuevo logro en el fortalecimiento de su multipolaridad en el mundo actual.

El pasado 10 de diciembre, en ocasión de celebrarse el primer aniversario de la incorporación de Cuba a la Unión Económica Euroasiática (UEEA), con el status oficial de estado observador, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez dirigió un mensaje a los integrantes del Consejo Supremo de esa entidad en el cual expresó su convicción de que unidos “somos capaces de avanzar en los proceso de integración entre nuestros países” y de que el año 2022 sea provechoso para la realización de los objetivos y metas comunes.

La UEEA fue constituida el 1ro.de enero de 2015 con la participación de Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, que en conjunto cuentan con una población de más de 182 millones de habitantes y su producto interno bruto asciende en total a 5.200 billones de dólares.

A mediados de diciembre, visitó La Habana una delegación oficial de la organización euroasiática presidida por el ministro de Integración y Macroeconomía, Serguei Glaziev, quien ratificó la disposición de las empresas del grupo multinacional a compartir sus experiencias y establecer vínculos de cooperación con sus homólogas cubanas.

La información publicada sobre este encuentro señaló que el viceprimer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz, quien encabezó la representación de Cuba en las conversaciones, expuso que ambas partes coincidieron en que las relaciones abarquen no solamente el comercio de bienes y servicios, sino que se proyecten con vista a lograr una relación económica sostenible en diversos sectores, entre ellos los proyectos de inversión.

Durante la visita de los representantes de la Comisión Económica Euroasiática, presidida por el ministro Glaziev, también se suscribieron acuerdos para el desarrollo de la colaboración hasta el año 2025, lo cual potenciará un conjunto de acciones en áreas como la industria farmacéutica, la biotecnología, el turismo, el sector agroalimentario, la energía, los vínculos interempresariales y las relaciones interbancarías.

Además, la parte cubana manifestó su interés en abordar otras esferas de la actividad estatal como la salud pública, el transporte, la industria sideromecánica y la minería.

Cooperación en la Ruta de la Seda

En su edición del 24 de diciembre, el diario “Granma” publicó en primera página la esperada noticia del comienzo de la inserción efectiva de Cuba en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.

Un día antes, el viceprimer ministro de la República de Cuba, Ricardo Cabrisas, y el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de la República Popular China, He Lifeng, firmaron el documento rotulado como Plan de Cooperación entre ambos gobiernos para la promoción conjunta de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI.

Este documento, explica la nota informativa, es el mecanismo de implementación del Memorando suscrito entre ambos Gobiernos, para la inserción de Cuba en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, en ocasión de la visita a China del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en noviembre de 2018.

El Memorando fue elaborado en correspondencia con los objetivos de desarrollo económico y social de Cuba, en el cual China participa como socio estratégico.

En el articulado del Plan de Cooperación, explica la nota, se recogen las intenciones de ambas partes para fortalecer e impulsar la cooperación bilateral en sectores priorizados para Cuba, como el desarrollo de infraestructuras, educación, cultura, salud y biotecnología, comunicaciones, ciencia y tecnología y turismo, entre otras áreas.

También se acuerdan los proyectos y acciones que recogen los intereses de beneficio mutuo, con el propósito de afianzar y diversificar aún más los vínculos entre Cuba y China, así como con terceros países miembros de esta iniciativa.

Con la firma de este documento, precisó “Granma”, ambas partes iniciarán la ejecución de acciones que permitirán materializar la inserción efectiva de Cuba en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, megaproyecto promovido por el Gobierno chino desde el año 2013, dirigido a la creación de una extensa red de infraestructuras que tributen a la conectividad entre sus miembros, potenciar el intercambio cultural y fortalecer la cooperación internacional.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, en sus ocho años de existencia, benefició con resultados tangibles a los 145 países y 32 organizaciones internacionales que la integran.

En Beijing, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, comentó en rueda de prensa que el plan de cooperación acordado con Cuba impulsará los trabajos de ambos gobiernos para implementar los consensos alcanzados por los respectivos jefes de Estado.

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