Concluye nuestra visita a Rusia como parte de la delegación cubana que encabezó el viceprimer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz, en ocasión de la celebración del Foro de San Petersburgo.

Para el transporte de nuestro país, fue una buena oportunidad para impulsar las relaciones con las contrapartes rusas y precisar las acciones que debemos desarrollar de conjunto para la concreción de los proyectos.

Fue una semana en que con apretada agenda, presenciamos la firma de dos importantes contratos para el restablecimiento, la ampliación y la sostenibilidad de la flota de Cubana de Aviación.

Se definieron las prioridades en materia ferroviaria, con especial énfasis en la conclusión del taller de Ciénaga, la reparación de locomotoras paralizadas en Cuba, a partir de un acuerdo logrado con el suministrador que permitirá el acceso a las piezas de repuesto, así como la reconfiguración del proyecto de modernización de la infraestructura ferroviaria, cuya ejecución ha estado paralizada por dificultades financieras.

Asimismo se avanzó en los proyectos de ensamblaje en Cuba de medios de transporte, microbuses (tipo Gazelles) y camiones.

Un nuevo impulso se le dió a la colaboración en la esfera marítimo- portuaria, incluyendo la actividad de los astilleros. La construcción conjunta de embarcaciones, desde ligeras, como las lanchitas de Regla, y otras de mayor envergadura para el comercio exterior cubano.

Muy importantes fueron los encuentros sostenidos con altas autoridades del Gobierno ruso, así como con instituciones bancarias que nos dejaron claros los próximos pasos que debemos dar para restablecer el acceso a los financiamientos, con las respectivas garantías que permitan imprimir un nuevo impulso a nuestras relaciones.

No faltaron los intercambios con nuestros estudiantes en Rusia, sobre las proyecciones de sus estudios en diversas especialidades de las cuatro ramas del transporte, y con las autoridades de dos importantes centros de estudios universitarios, en uno de los cuales obtuve el título de ingeniero.

Ya estamos en casa, de frente a los desafíos cotidianos, pero con el convencimiento de que existen vías para revertir la situación actual del transporte en Cuba y desarrollarnos.

Les confieso algo, durante estos días en Rusia, estuvieron siempre en mi pensamiento.

Tomado del perfil personal de Eduardo Rodrígeuz Dávila, Ministro del Transporte de la República de Cuba. Ingeniero Mecánico y Máster en Transporte Automotor.

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