Durante más de tres horas el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dialogó en la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba con investigadores, profesionales, especialistas, docentes, estudiantes de las Ciencias Económicas y directivos de la organización sede; en el primero de un ciclo de intercambios que habitualmente sostiene con representantes de diferentes sectores de la sociedad.

Presidido además por el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, y Joel Queipo Cruz, miembro del Secretariado General del Comité Central del Partido y Jefe de su Departamento Económico, el cónclave fue un escenario propicio para la exposición de trabas y la presentación de propuestas para la ejecución de planes y estrategias que propicien el desarrollo económico y social cubano.

El Economista de Cuba conversó, posteriormente, con los que participaron aquella mañana del quinto día de agosto. Ofreceremos en esta sección la mirada de cada uno de ellos a la “compleja ecuación de la economía cubana”.

Dra. Carola Salas Couce, Directora del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional (CIEI)

La inserción de Cuba en el mercado internacional sigue siendo, a pesar de la pandemia y sus consecuencias a nivel mundial, un tema prioritario que también requiere ciencia. Especialista en Finanzas Internacionales, la Dra. Carola Salas compartió con El Economista sobre su intervención en el encuentro.

Se precisa prestar especial atención al financiamiento externo, encontrar soluciones concretas para lograr la inserción de Cuba en la economía internacional dada la necesidad de encontrar opciones para acceder a financiamiento externo en condiciones tan complejas y difíciles para el mundo por la crisis sanitaria y, en nuestro país, agravadas por los efectos del ordenamiento, la crisis económica y el recrudecimiento del bloqueo norteamericano que ya puede considerarse estructural y dentro del cual hay que crecer y desarrollarse.

Es ineludible –manifestó–, utilizar todas las formas e instrumentos posibles para captar inversión extranjera directa (IED), de cartera (IEC), utilizar productivamente las remesas y acceder a cualquier otro financiamiento proveniente del mercado internacional de capital.

Con respecto a la IED es necesario captar sus flujos a través de una atractiva política que incluya incentivos bien diferenciados, deslizantes y combinados de política fiscal, financiera, monetaria y comercial por lo que representa el riesgo de colocar sus capitales en el país.

Según la especialista en finanzas internacionales, es ineludible diseñar una política de atracción de capital proveniente de cubanos residentes en el exterior y vincularlas al desarrollo local, utilizando relaciones familiares, “bonos de la diáspora” u otros instrumentos de “la nostalgia”.

La IED debe vincularse a las exportaciones y utilizar las llamadas alianzas estratégicas para insertar las corrientes internacionales de bienes a productos vinculados a la biotecnología, la farmacéutica, médicos y otros de alto contenido en I+D+i, y utilizar variadas formas existentes que pueden permitirnos encontrar fisuras en el bloqueo y exportar.  El vínculo con la agroindustria resulta esencial para la producción de alimentos y la satisfacción de las necesidades de la población.

La investigadora se refirió, además, a la necesidad de desarrollar el mercado de valores y vender acciones de algunas empresas. Considerando que en algunas ocasiones se han emitido bonos soberanos, debe utilizarse la experiencia para vender bonos corporativos que permitirían acceder a capital.

En términos de comercio exterior hizo énfasis en la exportación de servicios, otro nicho alcanzable si se hacen las cosas bien, dados los avances en la telemedicina y la experiencia del hospital cubano en Qatar, las consultas online, ventas, e incluso cirugías realizadas utilizando tecnología que tiene el país y es posible desarrollar con la gran cantidad de jóvenes calificados con que cuenta el sistema de salud en estas ramas de alta tecnología, aunque considera que se debe modificar la forma en que se tramita la colaboración, agilizar los procesos; tener en cuenta la voluntad política en la integración, proceso objetivo determinado por interdependencias recíprocas; y propiciar vínculos con la región de Centroamérica y el Caribe, Asia y Europa Oriental donde también existen nichos para la inserción comercial y financiera y aliados políticos a considerar.

Captar financiamiento de los organismos financieros internacionales, el Banco Mundial y la banca multilateral regional, es una necesidad insoslayable en su opinión.

Antes de concluir, la Dra. Salas comentó que todos estos temas están profundamente analizados en el libro “Propuestas para la inserción de la economía cubana en la economía internacional”, Premio de la ACC en 2018 y que recoge todo el trabajo del CIEI para la llamada Tarea 8: Propuestas para la inserción de Cuba en la economía internacional.

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